Durante siglos, el pan de centeno ha sido considerado como el pan de la gente humilde, debido a que este cultivo prospera en climas fríos, secos e incluso en suelos pobres. Esta circunstancia llevó al aumento de su cultivo frente al trigo en países nórdicos. El pan de Centeno retiene más agua que el pan de harina de trigo por lo que su conservación también es más duradera. Tiene un sabor un tanto amargo e intenso. Al mismo tiempo, el pan de centeno tiene múltiples beneficios para la salud, vamos a hablar de ellos...
En comparación con el pan de trigo, podemos decir que posee más cantidades de hierro, potasio y sodio, lo cual lo convierte en una opción recomendable para personas con anemia o defensas bajas. El centeno es rico en minerales y también en vitaminas, mayoritariamente del grupo B.
La harina integral de centeno es más rica en fibras esenciales en comparación con la harina integral de trigo. La fibra estimula la función intestinal y reduciendo la posibilidad de padecer estreñimiento y favoreciendo la digestión.
Al consumir harina de centeno, la viscosidad de la masa alimentaria aumenta retrasando la digestión de los almidones presentes en la harina, esto hace que el aumento de los niveles de glucosa en sangre tras la ingesta de dicha harina sea menor que el provocado por la harina de trigo por lo tanto es más idóneo para personas con diabetes de tipo 2 pues ayuda a la estabilidad de los niveles de azúcar en sangre.
Además, la harina de centeno contiene beta glucano, un compuesto que provoca la reducción de niveles elevados de colesterol, y también actúa sobre el sistema inmunológico, regulando la respuesta inmune e influyendo en el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
No esperes más y comienza a introducir el pan de centeno en tu dieta diaria, tu cuerpo lo agradecerá. ¡Descubre el característico sabor y los múltiples beneficios que este pan puede ofrecerte!