Existen diversas teorías sobre el origen de los rubioles. Una de ellas sugiere que podrían tener sus raíces en Italia, mientras que otras apuntan a una procedencia medieval. Lo que sí es indiscutible es que se trata de un dulce típico de Mallorca. Se ha observado una posible conexión con la corte italiana del Renacimiento, donde el queso robiola estaba de moda, y la similitud entre los términos "robiola" y "rubioles" es evidente. También es importante destacar que uno de los ingredientes comunes en la elaboración de los rubioles es el requesón, es decir, queso fresco.
Adicionalmente, no podemos pasar por alto la notable similitud en la forma entre los rubioles y los raviolis, lo que sugiere que a lo largo del tiempo, la palabra original ha evolucionado para adoptar un carácter más mallorquín. En la actualidad, estos deliciosos dulces son conocidos tanto como "robiols" o "rubiols," y su forma se asemeja a un medio círculo cerrado, al igual que los raviolis.
En Mallorca, los rubiols son un plato tradicional y se consumen durante todo el año, pero es en Semana Santa i concretamente los días de Pascua de Resurrección cuando se suelen tomar como postre después de un frito de cordero y las empanadas.
Los rubiols se elaboran en forma circular a la que se le añade en el centro una de las diferentes variantes de relleno como pueden ser confituras, cabello de ángel, requesón, crema pastelera, chocolate, etc. Y después se dobla por la mitad y se cierra presionando los bordes del medio círculo.
Los ingredientes de la pasta son: manteca de cerdo, azúcar glass, zumo de naranja, yema de huevo, un limón rallado y harina. Una vez bien amasada, esta pasta se aplana con un rodillo.
Se podría decir que existen tantas recetas como familias mallorquinas puesto que como ya hemos dicho es una costumbre reunir a la familia para su elaboración y la receta va pasando de padres a hijos y de estos a sus hijos y sucesivamente.
Sencillos hasta decir basta y de sabor muy delicado, los rubiols son un bocado perfecto para finalizar cualquier comida como postre o acompañar el café de media tarde, la infusión o cualquier otra bebida de vuestro gusto.
Como preparar unos rubiols de requesón en casa.
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Colocamos la harina y el azúcar glasé en un recipiente hondo y amplio.
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Removemos bien hasta mezclar y hacemos un agujero en el centro.
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Dentro del agujero vertemos los ingredientes líquidos, es decir, la yema de huevo, el aceite de oliva virgen extra, el zumo de naranja, el agua, la manteca a temperatura ambiente y la ralladura de medio limón.
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Removemos de dentro hacia fuera para integrar, poco a poco, la harina.
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Cuando no podamos remover más pasamos la masa a una superficie de trabajo limpia y amasamos hasta que se vea lisa y sin grumos. Entonces envolvemos bien con papel film y la dejamos reposar en la nevera durante, como mínimo, media hora.
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Mientras tanto preparamos el relleno mezclando bien el requesón, el azúcar, la yema de huevo y la ralladura de limón. Transcurrido el tiempo de reposo sacamos la masa de la nevera y la dividimos en 12 porciones de igual peso.
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Estiramos cada una de ellas con un rodillo y colocamos una cucharada del relleno en el centro, doblamos la masa sobre si misma y presionamos un poco los bordes para que se pegue bien y no se salga el relleno en el horno.
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Cortamos el sobrante de cada rubiol con un cortapastas y los colocamos en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado o un tapete de silicona.
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Cocemos en el horno, precalentado a 180º C, durante unos 30 minutos o hasta que la masa comience a adquirir un ligero tono dorado. Retiramos la bandeja del horno y dejamos atemperar antes de espolvorear con azúcar glasé y servir.
Puedes utilizar esta misma receta, pero rellenarlos con otros productos.
En la Panadería Pons en la Colonia de Sant Jordi podrás disfrutar de las variedades de confitura de albaricoque, naranja, requesón, cabello de ángel y chocolate durante todo el año y en Pascuas también de crema.